Este número, el primero de Hellblazer bajo Vertigo, es bastante atípico y resulta anti-climático con respecto al tono de la serie, pero en una buena manera. Es un número con un ambiente ligero, feliz, distendido (con un tono feelgood sería una expresión apropiada en ingés) al estilo del 49, “Lord of the Dance”, pero con un resultado mucho más logrado. Como el nombre del número bien indica, Ennis cuenta la historia del día del cumpleaños número 40 de Constantine.
Todo había sido organizado por el Lord of the Dance, y John se encuentra con varias caras conocidas como Zatanna, el cura raro amigo suyo, Nigel, Ellie, un gordito q apareció alguna vez que se llama Header y un pibe convertido en conejo que no se ni de donde salio (tengo que releer la etapa de Delano todavía, que es de donde tiene que haber salido).
De vuelta adentro, sigue el escabio y la conversación hasta que Swamp Thing se manifiesta a través de unos brócolis que el conejo se iba a comer. Resulta que el Lord of the Dance le mando una carta (dirigida a Mr. S. Thing, con ubicación The Swamp) sin especificar demasiado. Le explican que es el cumpleaños de John y Swampy dice que no le trajo ningún regalo. A John se le ocurre una idea (muy apropiada para la ocasión) y manda a Nigel a buscar a su planta de chala (que se llama Treebeard, Bárbol, referencia a Tolkien a la pasada). Swamp Thing, siendo el elemental del verdor, de toda la vegetación, la hace crecer bien y la seca para dejarla lista para fumar. Swamp Thing se va, y empiezan a armar. Hay una secuencia muy buena de una página en la que Nigel arma uno mientras cuenta como conoció a Constantine, y termina armando un desastre mientras dice que hace tiempo que escucha sobre unos fasos enormes que se pueden hacer, pero que le suenan a mito. Obviamente el próximo cuadro es de Constantine con cara de banana y un troncho bien largo, perfectamente armado. Resumiendo, quedan todos bien puestos, vemos como Zatanna fuma mientras levita un fasito, y se van yendo todos, algunos en peor estado que otros. Ver estas escenas estilo Cheech and Chong en Hellblazer, con John Constantine, Zatanna y Swamp Thing implicados me dio bastante gracia, especialmente al fumón en mi.
Al final quedan John y el Lord, que tira un par de frases que me gustaron, en el sentido de cómo sonaron (la de rake at the gates of hell y las que las preceden) y le dice que le esperan unos años jodidos porque había hecho calentar a la gente a la que menos debería habérselo hecho, pero que él iba a estar de su lado cuando llegue el momento.
No está de más decir que no tiene nada de horror ni ningún plot profundo (más allá de la conversación del final con el Lord) pero no se lo extraña. Viene muy bien un número así para, como diría un director técnico de fútbol, descomprimir la situación y darle un respiro a Constantine y al lector.
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