Blog con Reviews de obras publicadas mayormente por Vertigo Comics, pero también de otros sellos y compañias. VERTIGO and all characters featured in it´s issues, the distinctive likeness thereof and related elements are trademarks of DC Comics. Solamente voy a postear reviews de comics con varios años en el mercado, asi que no voy a avisar antes de cada spoiler.

martes, 12 de agosto de 2008

Hellblazer 63 - Forty


Este número, el primero de Hellblazer bajo Vertigo, es bastante atípico y resulta anti-climático con respecto al tono de la serie, pero en una buena manera. Es un número con un ambiente ligero, feliz, distendido (con un tono feelgood sería una expresión apropiada en ingés) al estilo del 49, “Lord of the Dance”, pero con un resultado mucho más logrado. Como el nombre del número bien indica, Ennis cuenta la historia del día del cumpleaños número 40 de Constantine.

En el arte esta Steve Dillon entintándose a si mismo. Cumple bien en general con los dibujos, aunque no me gustó demasiado el Swamp Thing que hizo, en algunas viñetas parecía que tuviese el cuerpo cubierto de pelo verde, no todo hecho de vegetación x, o reminiscente de un brócoli (que es a partir de lo que se manifiesta).

La tapa es de nuevo de Glenn Fabry, que hace una tapa que a mi personalmente me gusta bastante, aunque no es demasiado inventiva tampoco.

El número empieza con Constantine dándose cuenta de que es su cumpleaños, cosa que no tenía muy presente. Kit se fue a Belfast hasta el otro día y Chas no puede salir así que se compra puchos y dos botellas de whisky y se va para su depto resignado a pasarlo solo, pero se encuentra con que le hicieron una fiesta sorpresa.

Todo había sido organizado por el Lord of the Dance, y John se encuentra con varias caras conocidas como Zatanna, el cura raro amigo suyo, Nigel, Ellie, un gordito q apareció alguna vez que se llama Header y un pibe convertido en conejo que no se ni de donde salio (tengo que releer la etapa de Delano todavía, que es de donde tiene que haber salido).

Después de unas horas de tomar y charlar entre todos, Constantine sale afuera a mear. No entiendo por que tiene que salir afuera porque debe tener al menos un baño, aunque teniendo en cuenta que es una fiesta tiene sentido que haya estado ocupado. Mientras está meando lo sorprende el Phantom Stranger, que lo hace girar y mearle los zapatos. El Stranger tira un par de frases compungidas diciendo que tenia la esperanza de acercarse a Constantine al menos en ese tiempo de celebración, pero que iba a tener que permanecer un extraño. Se ve que lo ofendió que lee meen los zapatos. Claramente el intento de esto es que sea gracioso, y no le sale tan mal tampoco, a pesar de ser una situación que no es demasiado original.

De vuelta adentro, sigue el escabio y la conversación hasta que Swamp Thing se manifiesta a través de unos brócolis que el conejo se iba a comer. Resulta que el Lord of the Dance le mando una carta (dirigida a Mr. S. Thing, con ubicación The Swamp) sin especificar demasiado. Le explican que es el cumpleaños de John y Swampy dice que no le trajo ningún regalo. A John se le ocurre una idea (muy apropiada para la ocasión) y manda a Nigel a buscar a su planta de chala (que se llama Treebeard, Bárbol, referencia a Tolkien a la pasada). Swamp Thing, siendo el elemental del verdor, de toda la vegetación, la hace crecer bien y la seca para dejarla lista para fumar. Swamp Thing se va, y empiezan a armar. Hay una secuencia muy buena de una página en la que Nigel arma uno mientras cuenta como conoció a Constantine, y termina armando un desastre mientras dice que hace tiempo que escucha sobre unos fasos enormes que se pueden hacer, pero que le suenan a mito. Obviamente el próximo cuadro es de Constantine con cara de banana y un troncho bien largo, perfectamente armado. Resumiendo, quedan todos bien puestos, vemos como Zatanna fuma mientras levita un fasito, y se van yendo todos, algunos en peor estado que otros. Ver estas escenas estilo Cheech and Chong en Hellblazer, con John Constantine, Zatanna y Swamp Thing implicados me dio bastante gracia, especialmente al fumón en mi.

Al final quedan John y el Lord, que tira un par de frases que me gustaron, en el sentido de cómo sonaron (la de rake at the gates of hell y las que las preceden) y le dice que le esperan unos años jodidos porque había hecho calentar a la gente a la que menos debería habérselo hecho, pero que él iba a estar de su lado cuando llegue el momento.

Se desvanece en el aire y vemos después como Kit llega a un departamento hecho mierda, con latas y botellas tiradas por todos lados, manchas de “algo” en las paredes, ceniceros llenos y una planta de marihuana en la mesita del living. Obviamente lo que sigue es Kit yendo a comerse a John que está semi-desvanecido en la cama.

Con esto termina el número, y tengo que reconocer que esperaba ese final de una manera u otra y me gustó como quedó a pesar de que se haya visto venir desde kilómetros. Es uno de los casos en los que no es para nada necesario ser original si la idea va a estar ejecutada bien y se adecue. El número en general también me gustó, teniendo muy buenos momentos. Claramente además de tener un tono alegre, de celebración en general, tiene un tono de humor muy marcado. En algunos casos funciona mejor que en otros, pero está presente casi a todo momento, en especial a partir de que empieza la fiesta.

Toda la secuencia stoner me gustó mucho a pesar de que el chiste relacionado a la pot puede estar muy gastado, pero este fue otro caso en el que no fue necesario ser original para hacer algo que quede bien y este bueno (hasta se menciona de pasada a Cheech & Chong). Fue gracioso ver a Constantine fumado con amigos, estando cómodo en el ambiente de fiesta general que se vivía.

No está de más decir que no tiene nada de horror ni ningún plot profundo (más allá de la conversación del final con el Lord) pero no se lo extraña. Viene muy bien un número así para, como diría un director técnico de fútbol, descomprimir la situación y darle un respiro a Constantine y al lector.


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