Blog con Reviews de obras publicadas mayormente por Vertigo Comics, pero también de otros sellos y compañias. VERTIGO and all characters featured in it´s issues, the distinctive likeness thereof and related elements are trademarks of DC Comics. Solamente voy a postear reviews de comics con varios años en el mercado, asi que no voy a avisar antes de cada spoiler.

lunes, 9 de marzo de 2009

[1993-1994] Scarab


Publicada por Vertigo entre Noviembre de 1993 y Junio de 1994.


Escrita por John Smith (Hellblazer #51, 2000AD) y dibujada por Scot Eaton (Dr Fate, Black Panther).


De la mano del bastante desconocido John Smith, que después de Scarab no publica nada más al menos en Estados Unidos (según comicbookdb), llega una de las peores cosas que leí de Vertigo. Para todas las reviews que escribo releo la historia original pero en este caso era más necesario que en otros, al ser una de las cosas más olvidables que leí. No me acordaba absolutamente nada, excepto el hecho de que me había parecido muy mala. Es una de esas historias que te hace acordarte de que para eso se gastó mucho papel (no entiendo como le dieron ocho números a John Smith después de ver los primeros), haciendo que varios árboles mueran para que una historia malísima pueda ser contada. Te hace acordarte de los árboles, si.


Las portadas son de Glenn Fabry y Tony Luke, lo cual suena bien pero que no resulta en algo que le sume puntos a la serie. Las portadas no son la gran cosa y la única que puedo decir que me gustó, hasta ahí, es la del número 7.


Lo único bueno que me acuerdo era que Scarab resultaba graciosa desde lo mala al menos, teniendo algunos momentos que te hacen sonreír de lo malos, cliché y rebuscados que son.


La descripción de la Vertigo Encyclopedia, que tiene la obligación de al menos intentar hacerla sonar interesante es: “A forgotten forties super hero gets lost in present-day horror. As the heroic Scarab, Louis Sendak fought alongside Dr. Fate, punching out villains in gaudy costumes. A green door leading to the otherworldly Labyrinth, with pathways to nowhere and everywhere, gave him the magical Scarabaeus, but took away his beloved wife Eleanor. She wanders through other worlds for half a century, forever young, while her husband abandons his identity as the Scarab to grow old and bitter. Louis has his youth and his Eleanor restored to him, but her soul still wanders. Donning the mantle of the Scarab once more, Louis fights mystical threats, albino Russian psychics, and dying fertility gods while searching for Eleanor’s spirit behind the green door.”


Esto se traduce más o menos en lo siguiente: “Un olvidado superhéroe de los cuarentas se pierde en el horror del presente. Louis Sendak peleó junto al Dr. Fate como el heroico Scarab, pegándole a villanos con trajes chillones. Una puerta verde que lleva al Laberinto, un reino de otro mundo con caminos que llevan a ningún lado y a todos lados, le dio el Scarabaeus mágico, pero se llevó a su amada esposa Eleanor. Ella vaga por otros mundos por medio siglo, siempre joven, mientras su esposo abandona su identidad de Scarab para volverse viejo, amargo y con resentimiento. A Louis se le devuelve su juventud y su Eleanor, pero el alma de ella todavía vaga por otros mundos. Volviéndose a poner el traje del Scarab una vez más, Louis pelea contra amenazas místicas, psíquicos rusos albinos y dioses de la fertilidad moribundos mientras busca el espíritu de Eleanor tras la puerta verde.”


El comentario puede dejar la impresión de que este es un relanzamiento de un personaje olvidado de los cuarentas, pero Scarab en realidad fue creado por John Smith y Scot Eaton para la serie. El personaje no fue usado nunca más en Vertigo y fue agregado después a la continuidad DC al aparecer en cuatro números de JSA. No me acuerdo de que pasaba en esos números, pero tampoco me acuerdo de Scarab ahí, así que no debe haber tenido un papel preponderante.


La descripción no deja traslucir lo mala que es la obra, pero no logra tampoco resultar muy interesante. Uno se espera una historia de amor telenovelesca con elementos supuestamente “místicos” y cosas bastante delirantes (psíquicos rusos albinos? Wtf?).


En el primer número, “All Roads Lead to the Minotaur”, vemos en el prólogo a un aparente oriental con alambre de púa como corona y algo raro en la cabeza, que mata a una vieja y le chorea algo.


De ahí pasamos a conocer a Louis Sendak, el protagonista de la serie, con 75 años y bastante amargado, sentado en su porche teniendo flashbacks de Eleanor, sobre como la perdió cuando se fue por la puerta misteriosa. La misma puerta que su padre, Barbazul (primer detalle delirante de la serie), instaló e usaba para viajar a destinos exóticos, porque resulta que la puerta es un portal mágico de algún tipo. Papá Barbazul trajo de uno de sus viajes un artefacto mágico que resultó ser el Scarabaeus, el artefacto que convirtió a Louis en Scarab.


Vemos también a Eleanor, igual de joven que el día que cruzó la puerta, se la pasa vagando por diferentes mundos o realidades sin encontrar la salida.


Pasan un par de cosas que no vale la pena mencionar y vemos que el oriental con algún tipo de poderes, el Sicari, encontró a Louis, al que hiere de muerte y tira por la ventana. Aparentemente el Sicari estaba buscando la puerta para encontrar el camino a Alamut, una fortaleza ocupada durante mucho tiempo por unos asesinos, los Hashshashin. Las ruinas de la fortaleza están en Irán, asi que no tiene sentido que haya estado buscando una puerta mística para llegar, aunque con la pinta que tiene le hubiese costado subirse a un avión.



Lo primero que hace el Sicari cuando entra es encontrar a Eleanor, a la cual ataca preguntándole como llegar a Alamut, pero de alguna manera se da cuenta solo de que nunca va a llegar, de que ahí no había una puerta que lo lleve, lo cual hace que se caliente y empiece a perseguir a Eleanor. El Sicari le da bastante duro a Eleanor, hasta que Scarab llega, le atraviesa el pecho de una piña y mata al Sicari, que dura un par de viñetas más. El número termina con un Scarab abrazando a una Eleanor aparentemente muerta.


El primer número todavía no es un desastre total, si bien no resulta interesante ni está demasiado bien dibujado, alguien con pensamiento positivo podría pensar que la cosa va a mejorar con los números, pero pasa justamente lo contrario.


El número dos, “Lost and Found”, muestra a Louis lamentándose al lado de una cama donde puso a Eleanor, que no está muerta pero tampoco esta viva, su alma está vagando por algún lado.


A Louis lo visita el Phantom Stranger, que le dice que va a haber algún tipo de desastre pronto y que lo necesita como Scarab. Le chupa bastante las medias, lo cual es un poco fuera de personaje para el Stranger. Se ve que Smith quiso tratar de darle un poco de chapa a Scarab por medio del PS, pero no resulta creíble lo que dice. A Louis no le preocupa demasiado el desconocido desastre inminente, pero si le interesa volver a ser Scarab para encontrar el alma de Eleanor.



De vuelta en su departamento, después de unas birras, decide intentar hacer lo que el PS le dijo, y cumplir su sueño de volver a ser joven usando el Scarabaeus. El número termina con Louis joven de nuevo, habiendo asumido de nuevo el manto. En este número la cosa ya empieza a decaer visiblemente. Se lee demasiado rápido porque no pasa casi nada en el número, que además tiene un par de escenas / visiones de dos carillas que no aportan mucho, y bastantes ejemplos de frases delirantes para mal.


El número tres, “Moveable Feasts”, empieza mostrando a todos los hombres y nenes de un pueblo costero en North Carolina ahogándose voluntariamente en el mar. Scarab obviamente termina visitando ese pueblo al seguir la huella de una herida que siente en la piel del mundo, mientras viaja por el plano astral o algo por el estilo.


Va de civil al pueblo y se da cuenta bastante rápido de que algo bastante raro está pasando. En el pueblo no hay ningún solo hombre y sin embargo todas las mujeres están embarazadas. Siempre existe la posibilidad de que sean todas lesbianas fecundadas in vitro, pero parece improbable.


En las afueras de la ciudad encuentra al único hombre todavía vivo, un tal Marty, que le explica que todo es culpa de una mina del pueblo que está viviendo con un monstruo, y que juntos volvieron loco a todo el pueblo.


El número termina con Marty cortajeado y recién violado yendo a buscar a Scarab. El monstruo resulta ser el dios griego Pan, en forma de carnero humanoide. Scarab no sabe esto todavía, pero seguramente se va a enterar en el número que sigue, o al menos eso espero, no sea cosa que el plot del pueblo dure más de dos números.


Claramente esta parte es la del dios de la fertilidad que está muriendo, aunque espero que se esté refiriendo a otro dios que aparezca después, porque Pan es el dios de la caza, de la música, los pastores y rebaños y los campos salvajes de las montañas. Los dioses griegos de la fertilidad eran Demeter y Baco. Por otro lado, a Pan se lo representaba como mitad carnero y probablemente era bastante sátiro, así que el hecho de que le haya dado a todas las mujeres del pueblo no suena fuera de lugar.


En el número cuatro, “A Dawn Chorus”, Scarab encuentra al dios Pan, con el que pelea un poco y después se pone a hablar. Pan había despertado para morir, y los bebés que iban a nacer de las mujeres que embarazó iban a ser el legado que le deje al mundo. El número termina con Pan muriendo no mucho después.


El resumen de este número es bastante corto porque la verdad que no hay demasiado que den ganas de mencionar y es un número bastante aburrido.


El número cinco, “Paradise Defiled” es un done-in-one que debe ser de lo más zafable de toda la miniserie, aunque sigue siendo un número bastante choto tiene alguna que otra imagen simpática. Tiene muchos más momentos malos igual. En el principio del número a Louis lo llama una vieja amiga que está preocupada por su hijo que no había vuelto a la casa. Scarab se va volando a Nueva York mientras Jeff, el tipo que estaba buscando, es deformado y modificado corporalmente por un ángel caído que tiene bastante de Tzimisce (un clan de Vampiro la Mascarada que se caracterizaba por las modificaciones corporales que se hacían y que le hacían a varios sujetos). Scarab eventualmente llega a la dimensión donde está el ex ángel y Jeff, una suerte de jardín infernal.




Hay algo de pelea y a Scarab le dan bastante al principio, pero se repone y termina ganando cuando Jeff le dice que llave tiene que usar de las muchas llaves que salen de adentro del ex ángel. Scarab le mete la llave en la cabeza y la gira y así lo destruye junto con el lugar. Raro que use una llave en la cabeza para matarlo ya que la deducción lógica de la metáfora es que le abra la mente de esa manera, lo cual se supone que no te mata, pero bueno, cuestión de gustos.


El número seis se llama “Scream Over Hiroshima”, y empieza justamente mostrando el momento cuando los estadounidenses tiraron la bomba atómica “Little Boy” sobre la ciudad. En este número aparecen finalmente los albinos psíquicos rusos, que son tres, viven adentro de unos tanques de agua y están completamente locos. La particularidad de estos tres albinos psíquicos es que de alguna manera, con la ayuda de una maquina gigante, activan y mueven el “Scream over Hiroshima”, que sería una huella magnética (si) que dejaron los gritos de las 140.000 personas que murieron por la bomba.


El Grito es liberado entonces sobre Londres, y causa todo tipo de desastres, al nivel de un terremoto de la concha de la lora, agregándole a esto un avión caído en el medio de la ciudad. Scarab justo estaba volando por ahí pero no puede ayudar demasiado.


Por otro lado, Eleanor, o al menos el cuerpo de ella se esta convirtiendo en un bicho de los Mitos de Cthulhu, o algo por el estilo.



El número termina con una vieja llamando a Scarab por su nombre, lo cual sorprende en cierta manera (ya sorprendería que conozca el nombre Scarab). Esta vieja le dice que hay varios más que saben quien es y que lo estaba buscando para pasarle un mensaje del “otro lado”, sea cual sea ese otro lado. El mensaje era “It’s your wife, Mr Sendak. She’s coming back.”, y así termina el número. Este es un intento de cliffhanger intrigante, pero no lo logra demasiado, ya que en ningún momento la serie llega a interesar o a hacer que uno se empatice con cualquiera de los personajes. Realmente no entiendo algunas de las cartas que mandaron, diciendo cosas como que les sorprendía lo literaria que era la prosa de John Smith, la cual a mi realmente no me gusta ni un poco, pero bueno, cada uno tiene su gusto.


El número siete (por suerte ya me falta poco) se llama “The Power and the Glory”, y empieza con el asesinato de los dos científicos que controlaban a los albinos por parte de un general ruso al que le estaban mostrando todo.


Scarab llega al complejo ruso después de que la vieja que lo encontró le abra una puerta al campo astral, el cual aparentemente funciona como atajo. La misma vieja le había advertido a Scarab que tenía que frenar el Grito porque el campo astral estaba en peligro al igual que el físico. Una vez en el complejo, caga a palos al general pero no logra frenar que active el Grito una vez más, esta vez dirigido a Reykjavic.


Esta vez el Grito es diferente, y funciona como portal para que se empiecen a colar bichos bastante Lovecraftianos (pero que no están dibujados demasiado bien). A Scarab se lo ve bastante perdido, sin saber demasiado bien que hacer, cuando de repente aparecen dos tipos de la nada, uno con pelo largo, jeans, botas rojas bastante ridículas, una máscara de gas, y acariciando un conejo que lleva entre los brazos. El otro es un gordito de traje blanco, sombrero blanco y bastón blanco, con dos manos puestas como si fuesen alas de ángel en la espalda (uno supone que las manos no tienen entidad física, ya veremos en el próximo nro). Los dos tienen ojos amarillos y dicen ser del “Cosmic Coincidence Control Center”, (Centro de Control de Coincidencias Cósmicas) un nombre bastante yanki para lo que sea que sea eso. Le dicen a Scarab que no se preocupe, que ellos se encargaban ahora y termina el número, por suerte. Si esto en la mente de Smith era “la” gran sorpresa que había que reservar para el final, es preocupante, pero por algo después de esta serie John Smith no escribió ningún comic más.


La verdad que el número es completamente insulso, mal escrito, con personajes muy poco interesantes, lleno de clichés y tiene el remate de el final con los dos personajes más ridículos, en mala manera, que vi en bastante tiempo, con el detalle agregado del nombre malísimo para su organización o lo que sea que es. Por lo que se vio en los últimos números Scarab intentaba ser una serie de terror, mala, pero de terror, acá es como si Smith de repente hubiese decidido ir mejor para el lado de la comedia, teniendo en cuenta lo mala que le estaba saliendo la historia.


Por suerte llegué al último número, “What the Rabbit Saw”. Lo primero que nos enteramos es básicamente que las manos gigantes en la espalda del gordito si son físicas, o al menos lo parecen, ahora espero que el script no haya pedido en ningún momento que vuelve moviendo las manitos. Otra cosa digna de mencionar es que los dos llaman al evento un “cronoclismo”, lo cual suena tan malo que no se si se supone que me tengo que reír. Una frase como “Las tensiones astrales estaban empeorando rápidamente pero fue el olor de corderoy quemado lo que finalmente nos forzó a actuar” tiene tan poco sentido que de nuevo, supongo que Smith directamente está intentando ser gracioso ahora.


Justamente Scarab está pensando lo mismo que yo al decir “This is a joke. This has to be some kind of joke”, lo cual puede confirmar mi “teoría”. Resulta que los dos ridículos son en realidad inteligencias matemáticas de 12 dimensiones traducidas al tiempo y espacio lineal, ancladas en mentes y cuerpos humanoides a los que les gusta llamarse “Ángeles agnósticos de la mezcla cuántica” y su trabajo es cuidar la integridad del mundo-mente (que profundo que suena Smith, es increíble).


Scarab siente la llamada de Eleanor y vuelve volando adonde está ella, ya convertida en un respetable bicho lovecraftiano. Se abrazan y hay una explosión de algún estilo, cósmica, astral y jodida para el mundo-mente, diría tranquilamente Smith.


El guardián del conejo usa al mismo para mirar lo que está pasando realmente en el mundo-astral-mente-real, en todos lados y en realidades alternativas también, y se vuelve loco y eventualmente muere por lo que ve. El gordito se lo lleva y se van, haciendo absolutamente nada digno de mencionar después de su intento de entrada triunfal – cliffhanger choto del anterior número.


Scarab se une con su mujer - bicho de Lovecraft, y tienen algún tipo de sexo. El número termina con los dos juntos sobre el Laberinto, y a nadie le queda claro si el mundo se salvó o no, aunque los dos parecen bastante tranquilos.


Terminó Scarab, y la verdad es una suerte. Puede parecer que tengo demasiada animosidad contra la miniserie, pero la verdad es que los ocho números se hacen eternos, no podía esperar a terminar esta review y no volver a leerla nunca más. Dos veces ya es demasiado. Pocas veces leí algo tan poco interesante, tan mal escrito, con frases malísimas claramente con intenciones de impresionar y sonar profundas e intrigantes. Por suerte esto no vendió lo suficiente como para que se publique algún comic más de Scarab. Realmente me va a costar encontrar otro comic peor que esté dentro de todo lo publicado por Vertigo, y no se sí habrá.



Scarab falla en casi todo momento, en todos los ángulos. Los personajes no resultan interesantes, ni están bien caracterizados. En general no me cuesta demasiado empatizar con un personaje, por más que sea un personaje difícil para identificarse con él, o muy diferente a mi, pero no me pasó con ninguno de todos los que aparecen. No hay ni un solo personaje que resulte simpático, y seguramente para el mes que viene ya me voy a haber olvidado de la mayoría.


La narrativa resulta lenta, aburrida. Las escenas que funcionan como cortes, que muestran alguna imagen con un sobreimpreso de frases supuestamente profundas de Smith, son en general violentamente malos, y los dibujos de Eaton como mucho llegan a ser pasables, en ningún momento son la gran cosa. Igualmente es preferible que haya sido asi, porque tal vez de haber tenido un gran dibujante la serie hubiese vendido más y hubiésemos tenido a Scarab 2. La trama en todo momento es un embole y desde el principio uno sabe que Smith de ninguna manera iba a hacer otro final que no sea Scarab reunido con Eleanor. Esta bien, para el final Eleanor se convirtió en un bicho lovecraftiano, pero ya para ese momento a nadie le importa. Los números en los que la serie se aleja del plot principal deben ser lo mas tolerable, pero también son un embole tremendo.



En resumen, en mi opinión nadie debería leer Scarab esperando leer algo bueno, y solo se me ocurre que alguien la pueda querer leer para ver lo mala que es. Igualmente lo ideal es ocupar el tiempo que se gasta en leer esto en leer otras cosas, en mi caso ya es tarde.

sábado, 7 de marzo de 2009

[1999] Finals


Publicada por Vertigo entre Septiembre de 1999 y Diciembre de 1999. Miniserie de cuatro números.


Escrita por Will Pfeifer (Catwoman, H-E-R-O) y dibujada por Jill Thompson (The Sandman, Death – At Death’s Door). Las portadas son todas de Jill Thompson, y están bastante buenas, siendo la cuarta la mejor para mí.


Finals tiene como protagonista a Wally Maurer, un estudiante de Cine en la Universidad del estado de Knox, y a sus amigos, todos estudiantes de distintas cosas. La Knox State University es una universidad bastante atípica, desde que en 1949 un estudiante de Física Nuclear construyera una bomba atómica y la detonara después de que su novia lo deje por otro pibe. La bomba destruyó a la universidad y a la ciudad, pero un miembro del staff de la Universidad, Michael Woolrich sobrevivió, y recreó a la universidad inspirado por el evento.


A partir de ese momento la KSU se distinguió por ser la primera universidad que alentaba y requería a sus estudiantes ir lo más lejos que puedan en sus estudios y proyectos, premisa muy bien explotada por Pfeifer.


Wally Maurer, estudiante del último año de su carrera, está preocupado porque se acerca el final de sus estudios y el ni empezó su tesis, de la cual sólo tiene una descripción ambiciosa de cómo va a ser su película. Wally sale con Nancy Bierce, estudiante de Religiones Comparadas, cuyo proyecto de tesis es formar un culto en torno a ella. Sus compañeros de casa son Dave Oswald, estudiante de Justicia Criminal que se la pasa robando todos los lugares que puede para su tesis, Tim Pike, estudiante de Ingeniería Teorética que está intentando construir una máquina del tiempo y Gary Skelton, estudiante de Antropología que involuciona para poder estudiar empíricamente la evolución del hombre y evaluar el comportamiento de los homínidos.


Todos los personajes se presentan como interesantes y hasta Michael Woolrich resulta simpático como el tullido Decano de la Universidad. El primer número de la serie tiene una narrativa muy fluida por parte de Pfeifer y Thompson, se lee un poco rápido pero deja con ganas de leer el número que sigue.


El número se centra en Wally, que está bastante preocupado por el hecho de no tener nada para su tesis, que se va acercando cada vez más, y nos presenta también a los demás personajes con sus proyectos, resultándome especialmente simpático el culto de Nancy, que cuenta con varias seguidoras.


El conflicto o gancho de la serie se muestra al final del número, cuando Tim termina su máquina del tiempo y la prende, al mismo tiempo de que Dave vuelve de un robo lleno de adrenalina, y empieza a disparar para cualquier lado mientras les cuenta como fue el robo. En ese momento sale un tipo de la máquina del tiempo para recibir un tiro en la cabeza y en el pecho. Otro tiro más pega en la máquina, que se apaga, y al mirar más de cerca los presentes, incluido Tim, se dan cuenta de que es el mismo constructor de la máquina el que salió de ahí y esta tirado en el piso, muerto.


El número dos no avanza mucho sobre esto, en vez de eso nos muestra más sobre cada uno de los personajes. Dave empieza a salir con una de las seguidoras de Nancy, que tiene los mejores momentos del número en torno a lo que pasa con su culto. Wally finalmente parece iluminarse y empieza a hacer cosas para su tesis, aunque no nos enteramos exactamente de qué. Tim trata de convencer a su director de tesis de que él si logró construir una máquina del tiempo mostrándole el cadáver de su futuro yo y Gary corta todo contacto humano mientras sus notas se hacen cada vez más breves y simples y reflejan como las necesidades básicas se vuelven lo más importante para él, que decide primero levantar las sobras pero que al final del número se convierte en cazador.


El número tres nos muestra a Nancy preocupada por un final de Economía que no sabe si va a pasar, a Gary decidiendo involucionar más y a Tim preocupado por arreglar su máquina del tiempo, porque su consejo de evaluación de tesis le exige mayor prueba que el cuerpo de su futuro-yo al no poder probarse de manera concluyente que sea su futuro-yo y no un clon o una versión de una realidad alternativa. Dave casi la caga mientras estaba tratando de robar el restaurant donde había ido a comer con su novia Collette pero está termina ayudándolo a terminar el robo, en uno de los mejores momentos del número. Lo de Wally es de momento lo menos interesante, le da una cámara oculta a un pibe que está a punto de ser iniciado por una fraternidad de manera extrema pero se la descubren y lo matan, además de romper la cámara. El número termina con un nuevo conflicto cuando vemos que el culto de Nancy tiene como rehén al profesor de Economía porque la desaprobó, con la policía afuera.


El último número sorprende un poco pero tiene un final muy a tono con la premisa de la universidad, que obligaba a sus estudiantes a ir lo más lejos posible a pesar de que probablemente muchos muriesen en el camino. El culto de Nancy va muy lejos y tira al profesor por la ventana al confundir lo que les estaba tratando de decir, que era que dejen ir al profesor, lo cual causa que les tiren una bomba y maten a todas. Todo esto es filmado por Wally, consiguiendo así buen material para su película, aunque el hecho de que sea la filmación de la muerte de su novia lo hace bastante trágico. Dave se ve obligado a ir a hacer un robo que tenía planeado sólo pero le pegan un tiro. Los del lugar le sacan las armas y lo dejan ir, y termina en la morgue adonde trabaja el ex novio de Collette, el cual lo identifica cuando dice su nombre. El ex lo termina matando después de enterarse de esto. Wally después le cuenta todo lo que pasó a Tim, que está todavía arreglando su máquina del tiempo, y se emociona bastante mientras habla con una pistola que tiene una sola bala y juega a la ruleta rusa, se dispara y no pasa nada, y después le apunta a Tim, que justo acababa de terminar de arreglar su máquina y prenderla. Tim se asusta y salta adentro del portal de la máquina mientras Wally le grita que estaba jodiendo, y todos sabemos como termina después, un poco en el pasado. Después de esto Gary entra a la casa con un venado que acababa de matar, y se pone agresivo cuando Wally toca al venado mientras le está hablando, se le tira encima y le empieza a pegar. Wally le dice que no sea como todos los demás, que se vuelven locos por la universidad y sus notas, y después vemos que la escena la está viendo su director de tesis, que le está hablando a la madre de Wally de la gran obra póstuma de su hijo, que se va a graduar estando muerto, la escena de Gary terminaba con él matándolo. El número termina con la graduación de Gary, que le muerde la mano al decano que sin embargo lo felicita por ser el graduado perfecto de la universidad.


Finals está escrita con un ambiente de humor bastante bien logrado por Pfeifer, y me terminó gustando bastante más de lo que esperaba. Definitivamente vale la compra. Es una obra con un tono bastante ligero a pesar de todo lo que pasa, y las muertes del final son más coloridas que trágicas, y están completamente a tono con la serie. Los dibujos de Jill Thompson me gustan y pegan bien con la historia, tiene un estilo un poco sucio pero muy expresivo.

Los mejores momentos de la serie los tiene Nancy y su culto, aunque todos los personajes tienen buenos momentos. En resumen, Finals me parece una muy buena miniserie de tono ligero y ambiente de comedia dramática.

miércoles, 4 de marzo de 2009

[2000] Totems


Totems es un oneshot que se ubica dentro de la continuidad Vertigo-DC (o sea, que usa personajes que también son parte del Universo DC a pesar de aparecer mayormente en publicaciones de Vertigo o haber aparecido en varias) y usa como protagonistas a personajes que encabezaron series en su momento (siendo Hellblazer la única todavía publicada), aunque el personaje principal es un tal Bernie. El especial también forma parte de la sub-línea V2K de Vertigo, cuya intención era mostrar diferentes puntos de vista con respecto a las celebraciones y miedos que traía el nuevo milenio.


Así tenemos a Shade, the Changing Man (todavía no leí ningún número del Shade de Milligan así que es la primera vez que leo algo con esta encarnación del personaje), Animal Man, Black Orchid, Cliff Steele de la Doom Patrol y no podía faltar Swamp Thing. A esto se le suman apariciones breves de John Constantine, Zatanna, el Phantom Stranger, etc. Suena como que hay demasiados personajes para que una historia de mas o menos 50 carillas se meta a explorar demasiado a alguno, y obviamente termina siendo al final una lectura demasiado ligera.


La descripción del oneshot que da la Vertigo Encyclopedia es la siguiente: “In this rare Vertigo crossover issue, nearly everyone in the line’s circa-2000 titles shows up for John Constantine’s millenial New Year’s Eve party. Conspiracy theorist and UFO freak Bernie sneaks in to mingle with such guests as Swamp Thing, Black Orchid, and the Phantom Stranger. Animal Man won’t eat the mini-hot dogs, Shade the Changing Man snacks on lint, Robotman wishes he had a stomach, and the host, covered in puke, hits on Zatanna. Maybe it wasn’t such a good idea to gather all these people together in the same place...”


En castellano seria algo así como: “En este raro crossover de Vertigo, casi todos los personajes de los títulos de la línea de alrededor del 2000 van a la fiesta de víspera del Año Nuevo del milenio que hace John Constantine. Bernie, fanático de las teorías de conspiración y de los OVNIS se cola para poder mezclarse con invitados como Swamp Thing, Black Orchid y el Phantom Stranger. Animal Man no quiere comer los mini-panchos, Shade the Changing Man come pelusas, Robotman quisiera tener un estómago y el anfitrión intenta levantarse a Zatanna estando todo vomitado. Tal vez no fue una gran idea juntar a toda esa gente en el mismo lugar…”




Bernie es en sí el personaje principal de la historia (es del único que vemos un intento de profundización, y del que se nos muestra cosas de su vida). Esto es bastante lógico igual, porque casi todos los personajes que aparecen en el especial tenían o habían tenido ya serie propia, que es en donde justamente cada personaje fue explorado en profundidad.


Swamp Thing estaba sin serie desde finales de 1996, pero había tenido un especial hace no tanto y estaba a punto de volver un par de meses después de la mano de un todavía desconocido Brian K. Vaughan (no leí todavía esta etapa, que se centra más en su hija, Tefé Holland). Como personaje Black Orchid no aparecía desde que su serie se canceló en 1995, aunque la que aparece en este especial es Black Orchid 03, que aparece también en la miniserie de Gaiman (que tampoco leí) pero no es la protagonista de la serie de Dick Foreman. Se ve que todo el tema Black Orchid es medio complicado, alguna vez leeré algo de este personaje, del que nunca entendí porque se llamaba Black Orchid, solamente por el hecho de que todas sus diferentes encarnaciones siempre fueron de color violeta y blanco sin nada negro. Shade, the Changing Man también estaba sin serie desde 1996, y esta es casi una de sus últimas apariciones como personaje (al menos según comicbookdb). Cliff Steele de la Doom Patrol no había tenido muchas apariciones desde que terminara en 1995 la encarnación de la DP que fue publicada en Vertigo, y esta termina siendo su última aparición en la línea, volviendo a aparecer solamente en títulos publicados bajo DC. John Constantine es el único siendo publicado en el momento (en HB está por empezar la etapa de Azzarello).


Volviendo al especial en sí, está escrito por Tom Peyer, en el que creo que es su único trabajo para Vertigo. Peyer escribió bastantes cosas para DC, Legion of Superheroes, Legionnaires, Hourman, R.E.B.E.L.S., y algunas cosas para Marvel, algunos números de Spider-Man y de Punisher, por ejemplo. No leí nada de esto la verdad, así que no puedo decir nada sobre Peyer como escritor. Totems fue algo distinto para el tipo me imagino, teniendo que escribir una historia para Vertigo y no ubicada en el Universo DC, y al final el especial se lee demasiado como una historia de superhéroes un poco rara, pero que tranquilamente hubiese sido publicada por DC con otros personajes.


El arte corre por cuenta de Duncan Fegredo (Enigma, Girl, Hellboy), Richard Case (casi toda la Doom Patrol de Morrison, Hunter: The Age of Magic, Names of Magic, Shade, the Changing Man) y Dean Ormston (The Eaters, The Girl Who Would be Death, Books of Magick: Life During Wartime, Lucifer), cada uno entintándose a sí mismo. La muy buena portada es de Fegredo. Los tres dibujantes hacen para mí un buen trabajo, aunque los dibujos de Dean Ormston nunca me terminan de convencer del todo, me resultan un poco demasiado “sucios” para mi gusto. Richard Case es el que más se destaca para mí, especialmente como dibuja a Swamp Thing.


El número empieza con Brian entrando por la fuerza a la casa donde vive su ex-mujer con actual pareja y su hija. Los amenaza a punta de pistola y los obliga a escuchar la historia de porque ese año nuevo fue el mejor de toda su vida.


Su historia obviamente empieza en la fiesta de Constantine, adonde se había logrado meter al conseguir laburo como mozo. La fiesta en sí es bastante más concurrida que la de Forty (Hellblazer #63, la fiesta de cumpleaños que le hacen a John cuando cumple 40), pero es también bastante menos íntima, siendo en un salón con mozos y catering contratado, a diferencia de la otra que es en su departamento y sólo con amigos. En esta fiesta falta un poco el humor que le puso Ennis a la otra, los intentos de humor de Peyer en general no me levantan sonrisas, excepto alguno que otro (el cradar de Shade, por ejemplo). También falta la planta de marihuana que Swamp Thing se encarga de hacer crecer y de secar para fumar, pero no falta el alcohol, y Peyer muestra a un Constantine completamente dado vuelta cuando todavía faltaba un rato para las 12, lo cual tira un poco abajo al personaje, que se supone tiene más resistencia alcohólica. Pero bueno, es el nuevo milenio, y no te muestran cuanto se supone que tomó, así que uno puede imaginarse que es mucho.


El mismo Constantine le saca la ficha rápido a Brian, dándose cuenta de que es un fanático de todo lo supuestamente sobrenatural que se coló para poder ver de cerca de la gente con la que fantasea. A pesar de esto Brian se las arregla para escupir rápido sus ideas mientras esta cerca de esta misma gente, antes de que lo rajen. Así tira una idea que llega a interesar a los presentes, que es que todos deberían unir sus mentes ahora que se iba a pasar al nuevo milenio. Como razones para esto menciona que Swamp Thing está en contacto con el Verdor (The Green) que sería todo el campo de vida de las plantas, mientras que Animal Man está en contacto con el campo morfogenético de los animales, y sumando al resto de los presentes se formaría un puente que conectase a toda la vida. Esto convence a Animal Man y Swamp Thing, y Black Orchid se suma pero dice que prefiere limitarlo a ellos tres. Se conectan pero Shade no puede resistir el sumarse, y después de Shade obviamente se suma Brian.


Los cinco comparten un momento psicodélico, al menos el fondo esta dibujado con esa intención por el que creo que es Fegredo, aunque no está muy logrado el efecto (las hojas que dibuja cada artista no están especificadas en el número, aunque creo que reconocí lo que es de cada uno). El momento psy es descrito por la voz en off de Brian contándoselo a su ex y a la actual pareja de ella, y así nos enteramos de que están conectados con la verdadera Tierra, y que Brian está conectado con todos. Piensa en Swamp Thing, en Shade, y que incluso ellos, a pesar de ser quienes son, solamente piensan en lo que es, y no en lo que podría ser, que es en lo que se pone a pensar Brian, que siente como los cambios están por llegar esa noche.


Los cambios llegan y resultan ser mucho más de lo que todos esperaban, que miran por la ventana y ven a Nueva York completamente cambiada, en ruinas y con pirámides antiguas con ovnis volándoles arriba por todos lados. Hay árboles y vegetación en todos lados, y a esto se suman unas hormigas voladoras del tamaño de un hombre o más grandes, egipcios con lásers y marcianos verdes y petisos que son bastante agresivos. Brian reconoce todo por ser todas las cosas en las que estuvo pensando todos esos años desde que empezó su obsesión, y así es como el grupo se lo lleva con ellos para ver que estaba pasando.




Se mandan para la ciudad y encuentran diferentes tipos de amenazas delirantes, hasta que se dan cuenta de que Brian era el que había causado todo eso, al conectarse con ellos y el mundo cuando Orchid creo el link. A partir de ahí la historia se resuelve rápido, Black Orchid hace el link de nuevo con todos menos Brian y las cosas vuelven a la normalidad. Hubiera sido más interesante que Peyer haga que ahora todo sea delirante de otra manera por haber incluido también a Shade, pero no parece habérsele ocurrido, y tampoco tenía espacio.


No queda lugar para mucho más, lo vemos a Bernie diciéndole a su ex esposa que quería volver con ella y la mina lo manda a la mierda, lo cual tiene bastante sentido, meterse en su casa mientras esta durmiendo con su actual novio y amenazar a este con una pistola no es el mejor plan para volver con alguien. La pistola resulta no tener balas y a Brian lo caga a trompadas el novio de su ex. La historia termina con un Brian feliz de ser como es, entrando con los brazos abiertos a un Sale-Mart, que es donde su esposa le había dicho que se tenía que ir de la casa cuando Brian quiere comprar un juguete de un ovni cuando estaban casi sin guita.


Como dije antes, el número no me parece malo, tiene algún que otro buen momento, pero ninguna parte es la gran cosa, y termina resultando ser una lectura demasiado ligera, con un plot muy light. Es verdad que Peyer no tenía demasiado espacio como para hacer algo demasiado elaborado que incluya tantos personajes, pero también podría haber elegido usar menos. El arte del número termina siendo lo mejor, aunque tampoco es tan bueno como para comprarlo solo por los dibujos. A pesar de todo me parece ser un número que vale la pena comprar, si bien puede llegar a decepcionar un poco logra entretener.