Blog con Reviews de obras publicadas mayormente por Vertigo Comics, pero también de otros sellos y compañias. VERTIGO and all characters featured in it´s issues, the distinctive likeness thereof and related elements are trademarks of DC Comics. Solamente voy a postear reviews de comics con varios años en el mercado, asi que no voy a avisar antes de cada spoiler.

viernes, 25 de julio de 2008

Hellblazer 56 - This is the Diary of Danny Drake


A Ennis esta vez lo acompaña David Lloyd en el arte. Lloyd se encarga de dibujar, entintar y además pintar sus propios dibujos, lo cual es bastante inusual en una serie regular, al menos me da esa impresión. Teniendo en cuenta que es un número de esos done-in-one, con una historia que empieza y termina en el número, y que Lloyd es un artista invitado acá, es lógico suponer que contó con más tiempo para dedicarle a este número que el que tendría el dibujante regular, tiempo que fue aprovechado bastante bien. Hay que agradecerle a Lloyd gran parte del aura de terror que tiene todo el número, aportando esto con la ambientación (los colores por sobre todo) y la expresividad de las caras, que acompañan muy bien al diálogo y lo que está pasando.

David Lloyd le va a resultar bastante conocido a cualquier lector de buenos comics por lo que hizo en V de Vendetta, su mejor trabajo (al menos de lo que le vi). Gracias a V de Vendetta se quien es David Lloyd, sin eso probablemente no me sonaría demasiado el nombre. Esa es la fuerza que tienen las buenas historias, porque realmente después no vi nada de Lloyd que recuerde que sea de él sin mirar comicbookdb antes. En Hellblazer dibujó un par de números además de este (el 25 y 26, con Grant Morrison, números que alguna vez comentaré cuando empiece con estas reviews de manera más ordenada) y el especial “The Horrorist” de 1995, con Delano. Después dibujó algunas cosas sueltas de Vertigo (en Weird War Tales, Flinch, Gangland y supongo que algo más), todo Wasteland (DC, 1987, escrita por Del Close y John Ostrander, ni idea que será) y varias cosas más, pero no demasiado tampoco.

La portada es de nuevo de Glenn Fabry, que esta vez dibuja una portada que a mi personalmente me gusta bastante, aunque no entienda que es lo naranja y amarillo del fondo, al lado de la cabeza de Constantine. No se si supuestamente es el fuego del infierno o si es algún planeta o que. Ahora cuando relea el número para hacer la review en sí me voy a fijar a si hace alusión a alguna escena o cosa adentro del comic, pero no creo. Más allá de ese detalle la portada esta buena, con Danny Drake escapándose de su lapicera, corriendo sobre su diario y con Constantine con cara de “te lo mereces por salame”.


La historia en sí, como el nombre del número bien lo indica, gira bastante en torno a un diario en el cual Danny Drake escribía sus secretos, de los cuales tenía varios, y como esto se le puede volver a uno en contra si en el medio juega con demonios. Esto se publicó en Agosto del ’92, así que no debe haber sido escrito mucho antes. La fecha explica porque Danny Drake escribía en un diario, si esto fuese más actual seguramente sería una laptop en vez de un diario, y tendríamos una portada un poco más bizarra. La parte de cambiar las páginas del diario por las teclas de la laptop es fácil, ahora qué perseguiría a Danny en la portada en vez de una lapicera ya lo lleva a uno a cosas más delirantes como un mouse, un cable de red o de electricidad, o algo por el estilo.

Este número, ampliado no demasiado, tranquilamente podría haber sido la base de una película de terror de perfil bajo bastante buena, o al menos un capítulo de una serie. El número da esa sensación al leerlo, parece estar construido de esa manera por Ennis, al que le sale bien. Este número sólo me gustó más que toda la saga de Royal Blood y a esto en parte lo influye el que sea menos ambicioso y más sutil. Es un número que cuenta una historia diferente a la que vino mostrando Ennis, con una ambientación y narrativa más cercana al horror clásico, o al menos al default. Vemos como Constantine, que está leyendo el diario mientras viaja en subte, conoce a Danny Drake, un tipo de unos 25-35 años y pelo largo que de repente empieza a gritar en el subte que es un putañero (“I´m a Whoremonger!”). Menciona que no puede parar de hablar y a un grimorio y con eso ya Constantine levanta la ceja y baja el diario y lo va a buscar.

Danny Drake lleva a Constantine a la casa y cuenta la historia de su diario, en el que anotaba todo lo que le pasaba incluyendo sus mayores secretos, de los cuales aparentemente tenía muchos e iba sumando con el tiempo. Cada tanto se sentaba a leerlo y a reírse con el diario, del que habla como si fuera un amigo y dice que llegó a considerarlo su amigo. Dice que la esposa lo dejó hace unos años y que después de un tiempo conoció a alguien más, con la que empezó a abrirse bastante. Dice una frase estereotipicamente de mina sobre lo que más le gustaba de ella, “You know, I used to prefer what we did afterwards to the sex itself… We talked.” de la que Constantine se ríe y le sigue contando que eventualmente sintió no necesitar más el diario y lo quemó. Tiempo después esta mina lo dejó a él y de un momento a otro empezó a escupir secretos.

Constantine lo aprieta para que empiece a hablar de la magia, porque por lo que estaba contando la única otra opción era que esté delirando, y Danny le cuenta como en la Universidad empezó a boludear con la tabla Ouija con amigos para después estudiar el grimorio y invocar un demonio al que le vende su alma a cambio de suerte en las finanzas. John lo deja para irse a averiguar más del demonio con el que está hecho el contrato.

Esta es la presentación inicial de la historia, con un comienzo con un hecho particular que llama la atención (el que Danny empiece a gritar que se agarró gonorrea con putas en el medio del subte), en la que el protagonista rápido se ve envuelto en el tema y nos enteramos de lo que está pasando en un diálogo entre los dos personajes con flashbacks dibujados de escenas de las cosas que va contando Danny. El protagonista decide ayudar al que lo necesita y la historia sigue.

Al final se da un giro total con respecto a esta premisa inicial y Danny deja de ser patético pero inspirador de lástima porque nos enteramos de que era un tremendo hijo de puta. Resulta que Triskele, un demonio que lleva puesta la cara arrancada de un ángel que es el mismo al que le vendió el alma (que tiene un diseño simple que me gusta bastante) solamente le permite 5 años de vida a los que tiene bajo contrato, antes de llevárselos al infierno. Cuando llegó el momento Danny mató a su esposa y le dio el alma de su hijo no nacido a Triskele, a cambio de 5 años más. Cuando John vuelve a verlo ve que tenía otro bebé, que se había robado, dispuesto para tradear por 5 más. Obviamente se lleva al bebé y le dice a Danny que si sale de la casa él se iba a encargar de matarlo.


Las escenas finales de John y Danny me gustaron. Vemos a Constantine pidiendo whisky en el bar en vez del gin and tonic que toma en general. La escena tiene un un diálogo simple que acompaña sus pensamientos, en los que recuerda cuando él se equivocó y mandó a un inocente al infierno (“Rough night, John?” de Chas y la respuesta de “Yeah Chas, rough night”), todo acompañado por unas caras muy expresivas de Lloyd.
Danny
tiene un diálogo (un buen diálogo hablando de la escritura) con Triskele y se va al infierno.

Redondeando, el número me gustó bastante, y supongo que en el balance final va a estar entre los mejores de Ennis en Hellblazer, no primero pero ahí cerca.

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