Blog con Reviews de obras publicadas mayormente por Vertigo Comics, pero también de otros sellos y compañias. VERTIGO and all characters featured in it´s issues, the distinctive likeness thereof and related elements are trademarks of DC Comics. Solamente voy a postear reviews de comics con varios años en el mercado, asi que no voy a avisar antes de cada spoiler.

jueves, 22 de enero de 2009

Hellblazer 76 - “Confessions of an Irish Rebel”



El número #76 de Hellblazer, escrito por Garth Ennis y con arte por Steve Dillon, es un número bastante tranquilo, algo que ya para este punto es costumbre en Ennis después de una saga de varios números.


Tiene una bastante linda portada por Glenn Fabry, portada bastante apropiada para la historia de adentro, y que refleja muy bien el tema principal del número, la amistad, en este caso la amistad de John con Brendan Finn.


El número empieza con Constantine teniendo problemas en su vuelo de regreso a Londres, el avión se ve obligado a descender en Dublín y ni bien bajan del avión los controladores del tráfico aéreo entran en huelga, asi que John decide ir para la ciudad a tomarse algo en un pub. Poco después John se encuentra con el fantasma de su amigo Brendan Finn, el mismo al que John le salvase el alma en Dangerous Habits. Brendan es casi la única posible elección para hacer una historia de un fantasma cercano a John que se aparezca y no lo quiera matar, teniendo en cuenta que si no es el único amigo de John que murió bien gracias a él, le pega en el palo, ya que la mayoría murió mal y justamente gracias a él.


Después de la lógica sorpresa de encontrarse con el fantasma de un amigo, se ponen a charlar y se mandan para otro bar, mientras Brendan le pregunta por la gente en común que conocen, habiendo lógicamente varios muertos.


A partir de esta conversación Ennis va a incluir un par de flashbacks de cosas que les pasaron juntos, siendo el primero sobre una visita a la casa de Jerry O’Flynn (me parece que no había aparecido antes, al menos no me acuerdo) que estaba con el cura Rick y Header, dos amigos de Constantine, visita que termina con Brendan rompiéndole la nariz de una piña a este O’Flynn.


El otro flashback que aparece en el número le aporta un poco de gore y violencia al número que por lo demás es bastante tranquilo, pero al durar solo un par de páginas, tampoco lleva a cambiar el tono de la historia. En el flashback vemos como John y Brendan están volviendo a su cuarto de hotel en Nueva York con dos pibas que se levantaron, mientras hablan de la infidelidad (ambos le están metiendo los cuernos a sus novias). La joda se les caga ni bien abren la puerta de su cuarto, donde encuentran a un amigo suyo, un tal Cox, que esta en calzoncillos parado atado a la lámpara del techo con otro tal Zeerke con un shotgun embrujado, el Ace of Winchesters, clavado en el culo de Cox. Zeerke les grita que les devuelvan su propiedad, sea cual sea, pero no tarda mucho en disparar y dejar a Cox sin culo ni pelotas, con un tremendo agujero en toda la entrepierna. Así se suma uno más a la lista de amigos de Constantine que termina muerto por meterse en algo con él. Cuando termine con toda la “run” de Ennis en Hellblazer, que ya no me falta tanto (dos reviews más, la segunda de la última saga) tengo que hacer la cuenta de cuantos amigos de Constantine mató Ennis, y cuantos quedaron vivos de los que creó él.


En el número, que consiste puramente en un diálogo entre John y Brendan, exceptuando los flashbacks, el principio y el final, no hay mucho más. Después del segundo flashback hay un monólogo de Brendan sobre Irlanda y los Irlandeses, en el que John se embola y se va a comprar una hamburguesa con papas fritas sin que el otro se de cuenta.


A Constantine lo despiertan en la calle dos policías, se había quedado dormido en el mismo puente donde Brendan da el monólogo. No hay tiempo para mucho más y el número termina con John abriendo una birra en un barco con destino a Londres y brindando por Brendan.


El número me gustó, no es tremendamente memorable, pero si es un buen número, con un bien armado sentimiento de amistad entre los dos, y es un buen cambio el ver alguna vez una relación de amistad de John que no se fue a la mierda, si bien aparece también un caso así.



Las conversaciones son bien al estilo de Ennis, especialmente cuando muestra amigos hablando, al no tocar temas profundos en su mayor parte y al mostrarlos de manera como la diría una persona normal cuando si los toca, sin ponerse a dar cátedra (al menos la mayor parte de las veces). Hay un par de momentos de humor que funcionan y otros que no, pero en general todo termina redondeando un buen número con ambiente de anticlímax.


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