Blog con Reviews de obras publicadas mayormente por Vertigo Comics, pero también de otros sellos y compañias. VERTIGO and all characters featured in it´s issues, the distinctive likeness thereof and related elements are trademarks of DC Comics. Solamente voy a postear reviews de comics con varios años en el mercado, asi que no voy a avisar antes de cada spoiler.

viernes, 26 de junio de 2009

Local #02, “Polaroid Boyfriend”


Local #2, “Polaroid Boyfriend”, salió publicado por Oni Press en el 2005, escrito por Brian Wood y con arte por Ryan Kelly.


Megan tiene 18 o 19 años en este número (esto no se dice en la historia, lo menciona Wood en su posdata del final junto con el hecho de que esta ambientada en 1995) y esta viviendo en Minneapolis, ciudad natal de Ryan Kelly.


Esta trabajando en una disquería aparentemente “legendaria” de Minneapolis, pero el centro de la historia está en su…”relación” con un pibe bastante stalker que entra a su departamento cuando ella no está y le deja una foto polaroid con un mensaje escrito, llevándose una foto de ella también con mensaje.


Esto empezó con una foto del pibe con una expresión aparentemente graciosa y un mensaje que decía que no tenía que dejar la llave de repuesto en un lugar tan obvio, que el mundo estaba lleno de gente extraña, cosa que le cayó simpática a Megan, que le empezó a seguir el juego.


La historia dura unas semanas hasta que se lo comenta a su supervisora en el trabajo que le dice, con bastante sentido, que está loca por dejar que se meta en su departamento un pibe que no conoce cuando ella no está, por más lindo que le parezca. Esto se ve que hace caer a Megan en que lo que está haciendo puede ser bastante fruta.


Primero ella no le deja una foto y se encuentra con una foto del pibe con cara “triste” reclamándole que no haya dejado una foto+nota ese día, lo que hace que ella cambie las cerraduras.


A esto sigue una secuencia en la que vemos que Megan se despierta a las 2 y cuarto de la mañana, va a prender el velador y ve que el piso del living cerca de la cama esta todo lleno de fotos del pibe desparramadas por todo el piso. En la siguiente página se ve a Megan despertándose sobresaltada a las 7:53am, que mira al piso con expresión asustada y llama a un cerrajero para que le cambien la cerradura. Por la expresión y la manera sobresaltada con la que se levanta y por el hecho de que en la escena anterior no la vemos irse a acostar se entiende que lo primero fue un sueño, además de que no creo que nadie se volvería a acostar tranquilamente después de encontrar eso en el medio de la noche.


Megan se pasa una semana estando medio rara por todo el tema, y un día llama al trabajo para quedarse en su casa porque está enferma (que es justamente lo que hice hoy yo) y mientras está hablando por teléfono se encuentra con que el pibe estaba entrando a su departamento trepándose por una ventana.


Ella, en vez de asustarse por el hecho bastante extremo de que un pibe que no conoce que la viene acosando lo que hace al ella cortar el juego es meterse en su casa por una ventana, después de recuperarse de la sorpresa, le saca una foto, corta la llamada con el trabajo, le sonríe y le dice su nombre. El número termina con esto, pero uno se imagina varios posibles escenarios que pueden seguir a ese final.


El número me gustó aunque me parece que es en un punto (el realismo) uno de los más flojos de la serie, pero que más allá de esto disfruté. Muestra una historia bastante inusual dentro de un marco normal de la vida de una piba de 18-19 años que hace cosas comunes, aunque solo se nos muestra que trabaja además de tener relaciones a través de fotos.


Wood menciona en su posdata que Megan en este número todavía esta descubriendo el mundo y no sabe que no es muy aconsejable que promueva una relación con un pibe que la acosa y que se mete en su departamento, pero que ya va a aprender y madurar.


Esto esta bastante claro y en sí dice mucho sobre Megan, teniendo en cuenta que la reacción normal de la gran mayoría de las mujeres hubiera sido asustarse y cambiar la cerradura ante la primera foto. Por un lado muestra que es bastante ingenua, porque como el pibe empezó siendo simpático ella ni consideró que era algo medio raro, y recién cayó cuando se lo mencionó a su compañera de laburo.


Sin embargo a pesar de que toma la determinación de cortar con la historia y cambia la cerradura, cuando el pibe se le mete por la ventana, sonríe y le dice su nombre, lo cual es claramente una respuesta positiva. No se dice nada más, y por como sigue la serie es claro que al menos no la violó y mató, asi que el resto queda libre a la imaginación. No se si se menciona algo más sobre el pibe en el resto de Local, si llego a ver algo mientras releo los números para hacer estas reviews edito este pedazo.


Seguramente varias personas, al leer este número, consideraron que toda la relación a través de polaroids e invasión de morada es muy poco realista, porque cualquier mujer que uno conozca nunca le hubiese seguido el juego a un tipo que hace eso, y me parece que este argumento tiene bastante de razón. Wood nos muestra con esto que Megan es una piba más que bastante particular, que no siempre se va a comportar de la manera más común y esperada, pero llega a ser un poco tirado de los pelos.


El arte de Kelly es realmente muy bueno, expresivo y consistentemente uniforme (hay muy buenos dibujantes que sin embargo a veces cuando dibujan dos expresiones distintas en el mismo personaje parecen dos personas distintas). Las partes sin diálogo, como las de él entrando al departamento y sacándose fotos, las de ella buscando la foto que le haya dejado y todas las demás están muy bien logradas, tienen el suficiente detalle para que uno se detenga a mirarlas y examinarlas y no llevan a pasar todo rápido y que el número dure una leída de 2 minutos.


Hasta acá, con estos dos números, Local es una serie que me interesa, pero que todavía no me había llamado la atención del todo, me gustaba pero no demasiado tampoco. El número que sigue es el que me da vuelta esta opinión y que hace que la serie me empiece a gustar cada vez más.

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